Diferencias entre la protección de personas privadas y personas públicas, políticos o diplomáticos
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Diferencias entre la protección de personas privadas y personas públicas, políticos o diplomáticos

En diálogo exclusivo con Pablo Verdier, director del SCE, Gustavo Merani nos cuenta sobre el mundo de la protección de personas, desmitificando la idea romántica que muestran las películas sobre esta profesión y haciendo un paralelismo con situaciones de la vida cotidiana para enseñarnos como cuidarnos.

Gustavo es profesional de la seguridad, especialista y referente en nuestro país de Servicios de Protección Ejecutiva. También es director de GSGM y Coordinador nacional de CAPSI, Cámara Argentina de Profesionales de la Seguridad Integrada.




- ¿Qué diferencias hay entre la protección de personas privadas y personas públicas, políticos o diplomáticos?


Son protocolos distintos. Un diplomático ya viene con un protocolo preestablecido, trabaja con gente de su país y también va a depender la embajada de la que se trate. Por ejemplo, la embajada Estados Unidos tiene un protocolo de protección del embajador muy completo y de alta seguridad y mientras que hay otros países donde los embajadores llegan a los eventos en autos comunes y con poca custodia.

Y esto es lógico, porque hay más posibilidades de un intento de secuestro contra el embajador de Estados Unidos que contra el de un país más chico.

Lo mismo pasa con los empresarios; no es lo mismo el presidente de un grupo que tiene 30 empresas, que el presidente de una empresa de menor tamaño.

Los riesgos son distintos y justamente los protocolos surgen del análisis de esos riesgos y del estudio de vulnerabilidad.


De acuerdo con la importancia de la persona, se planifica el servicio. Y una vez planificado, se le presenta a la persona a quien se va a proteger, porque esa persona tiene que estar de acuerdo con lo que se le propone, estar convencida que el programa de seguridad que le están presentando es efectivo, es eficiente y es eficaz, y le va a ir bien.

Es importante que el VIP (el cliente) conozca el plan y sepa cómo proceder y cómo manejarse en caso de alguna situación, como por ejemplo el ruido del disparo de un arma.

Tomemos el caso donde el VIP a proteger es una chica de 17 años, que vive en un barrio cerrado, sale poco del barrio y se maneja en un mundo muy privado y esa chica asiste a un evento, pasa algo y se escuchan dos o 3 detonaciones de armas de fuego. El resultado más probable es que ella entre en una situación de pánico y la función de la empresa de protección es ayudarla y para que esto sea posible, ella tiene que saber que ante una situación como esa, vamos a responder mediante un determinado protocolo, el cual debe definirse de antemano.

Por otro lado, hay clientes que son empresarios de primer nivel, que toda su vida tuvieron servicios de protección, están mucho más acostumbrados al servicio, a tener una persona que los acompañe, y consideran al servicio una parte fundamental de su vida, como puede ser el de su secretaria y están familiarizados con muchos de los protocolos.

En esos casos el trabajo de protección no solo es más fácil, sino que muchas veces terminamos siendo consultores de esos clientes ya que, al tener varias empresas y en cada una de ellas tienen a un director o gerente de seguridad, cuando ocurre alguna situación y reciben los informe sobre la situación, nos piden ayuda para que les demos nuestra visión de los hechos y muchas veces elaboramos nuestros propios informes.


Lo interesante de esta situación es cuando se integran ambas partes y se logra tener un informe completo sobre un hecho, contemplando ambos puntos de vista.

La visión que tenemos en la agencia de protección es distinta a la de la que brinda la seguridad de la empresa, porque nosotros realmente conocemos al VIP, a su familia, sabemos si está pasando por alguna situación personal, o sea que realmente conocemos a la persona, mientras que la de seguridad de la empresa ve al director, se enfoca en el cargo y por eso la visión es totalmente distinta.

La empresa de protección no debe ver al VIP como un “ser superior”, sino que trabajamos junto con él para que no le pase nada en primer lugar al protector (porque sino no lo puede proteger) y en segundo lugar a él.


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