Algunos expertos dijeron que la mayoría de las profesiones futuras aún no existen o se estaban creando, otros afirmaron que la mayor parte de los empleos que tendrían nuestros hijos o nietos aún no se habían inventado; además, se expresó que el conocimiento creará miles de nuevos puestos de trabajo y generará billones de dólares anuales adicionales de exportación, con alto valor agregado e integrados globalmente y también que no cabía duda acerca de las profesiones que más se iban a necesitar en el futuro. La realidad actual, lamentablemente acuciada por este cisne negro que es el brote del COVID-19, demostró que nadie tenía ni tienen certeza de nada.
Empero, por otra parte, sí es interesante reconocer que varios países que tenían implementados sistemas tecnológicos inteligentes gestionaron mejor la recolección de datos, la detección de infectados, la logística, el orden del tránsito, el transporte, la información al usuario vial, la ayuda económica a los sectores vulnerables, etc.
Nadie sabe hoy con certeza cómo afectará a nuestra vida y, en especial, al modo de transporte esta situación sanitaria pero se puede afirmar que habrá un cambio y esa variación impulsará aún más el uso de la tecnología inteligente ITS. La tecnología siempre potenció al ser humano y no hay razones para pensar lo contrario en estos momentos, sino que, la utilización de la tecnología inteligente ITS aumentará a gran escala y velocidad.
Existe una necesidad de recolectar datos, de comunicarlos y procesarlos, de analizarlos y de que sirvan para proveer soluciones al desarrollo productivo, a las soluciones de movilidad y, por ende, al bienestar de la Sociedad. Todos esos datos deben ser recolectados, comunicados, procesados, analizados y agrupados para obtener indicadores claves de desempeño para medir si los sistemas benefician a la gente. Caso contrario, no serían inteligentes.
Los países deben implementar sistemas inteligentes tales, como pesaje dinámico en rutas, pago electrónico sin contacto, peajes sin barrera, información al usuario continua, localización geográfica de control de tipo de mercancías peligrosas o no, clasificación y conteo vehiculares, monitoreo y detección por video, aplicaciones telefónicas de diverso tipo, gestión del tránsito y transporte con centros regionales integrales, integrados, intercomunicados y coordinados con intercambio de datos con protocolos de comunicación abiertos, gratuitos y públicos.
Algunos de los términos tales como interoperabilidad, intermodalidad, intercambiabilidad, conectividad, coordinación y gestión integrada de proyectos, indicadores claves de performance, objetivos SMART, análisis de riesgos, escenarios y costos/beneficios, Big Data, IoT, V2V, V2I, Block Chain, C-ITS, WIM, etc tienen una creciente y esencial relevancia crucial en la gestión de la movilidad.
Desconocer hoy la necesidad de una planificación de infraestructura incluyendo tecnología inteligente con una visión sistémica sería un error imperdonable a juzgar por las futuras generaciones.
Ing. Daniel G. Russomanno, MBA
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